A LA MEMORIA DEL DOCTOR D. JOSÉ SARRIÓ Y MUÑOZ, EN SU ANIVERSARIO
SU MUERTE
Esta llorando la luna
en esta noche enlutada
porque la parca asesina
lanza su furia alocada.
Siega la vida del hombre,
con afilada guadaña,
al ser que amo al pobre
y con sangre yá le baña.
El alba en amanecer,
vimos que estaba muy roja,
el cielo está entristecido,
la tierra en llanto se moja.
Son testigos de esa muerte,
las estrelladas amargadas,
han visto la mala suerte
y quedaron apagadas.
Todas las flores del huerto,
formaron sobre su tumba,
por aquel doctor ya muerto,
su llanto fuerte nos zumba.
Todo el pueblo con su lloro,
la cmapana triste toca,
y se fundó con sollozo,
por el ser que bien adora.
Lo vigilan desde el cielo,
ángeles que manda Diós,
cubriendo la tierra con vuelo
unido a su último adiós.
¡ Ay enfermos de mi pueblo,
yá se alejó el Salvador!.
Estan muy solos los muertos,
que grande nuestro dolor
La muerte ha arrebatado
con su furia cegadora,
al Doctor más estimado,
que un pueblo llora y adora.
Quisiera poder consolar
a su madre afligida,
pero veo imposible curar
del corazón su herida.
Su hermana presidia el duelo
que lloraba sin consuelo,
envuelta en llanto y tristor
apenas se sostenia.
Solo curaria su dolor
si alguna esperanza hubiera
que del cielo volviera
su amado y querido doctor.
Debes de estar en la gloria,
la tienes muy merecida,
tu imagen forma en la historia,
de seres que amo en la vida.
Quiera el señor allà en lo alto,
nos siga su protección,
lágrimas de nuestro llanto
con plegarias de oración.
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